Jim Morris creía que sus sueños de gloria habían llegado a su fin. Era lanzador de béisbol 12 años atrás pero se lesionó el hombro y tuvo que retirarse sin haber logrado salir de segunda división. Ahora es un hombre casado y con hijos, profesor y entrenador de béisbol en un instituto de Texas. Un día, su desastroso equipo Ie propone un trato: si consiguen ganar el campeonato regional, Jim tendrá que presentarse a las pruebas de un equipo de primera división. El equipo pasa de ser uno de los peores a ganar el campeonato y Jim debe cumplir su parte del trato.